29.8.12

El campo escondido I.


Susurran las verdes ramas
en la selva moderna creada.

Susurran con arañas marrones
y caballos de lima y pululan
blancas motas.

En la dorada sabana del cemento
y del acero y del cristal resplandeciente de
Narciso. En los ríos grises que rugen
enfurecidos con un aliento negro y ballenas
rojas y peces multicolor.

*      *      *


Quisiera ahora un lápiz de color azul y otro de color verde y otro de color amarillo y otro de color marrón para pintar en un papel esta mañana en Hyde Park, sagrado corazón primigenio de Londres. Quisiera pasar los días meditando a la sombra de este árbol gordo y viajar descalzo por ésta mi sesera. Quisiera ver también las estrellas negras y plateadas que se reflejan en la sonrisa añorada.

«Dejad que se vuelva un necio para que pueda volver
siendo un sabio»

Si se mira con los ojos adecuados,
se puede ver con los míos ahora
escuchando la paz y las
ambulancias lejanas.

1 comentario:

Sergio DS dijo...

Todo maravilloso, amigo, inclusive el broche sonoro, of course.