3.8.12

Garota de Ipanema.


Debería empezar pidiendo perdón por tantos días, tantas páginas en blanco, aunque quizá no a vosotros, sino más bien a mí mismo. No se puede culpar a nadie más que a las etéreas musas de vaporosos cabellos grises y azules. No se puede más que pasear por la arena a que salga la luna o el sol y traiga más palabras.

Y así estaban hace justo medio siglo Vinicius y Tom, bajo el sol de Ipanema, cuando vieron a la reina de las musas, una mujer dorada, mezcla de flor y sirena, llena de luz y de gracia pero cuya visión es también triste, pues lleva consigo, camino del mar, el sentimiento de lo que pasa, la belleza que no es nuestra — es un don de la vida en su lindo y melancólico fluir y refluir constante.

Vinícius de Moraes

5 comentarios:

Anónimo dijo...

se te echaba de menos ya

Fibraco dijo...

Es la primera vez que leo tu blog y me ha gustado sigue así!!!

Soraya Bruxa Moura dijo...

Pablo!!!! Deberías volver a pedir disculpas! Que es esto, y donde están tus musas?????

'P. Lavilha dijo...

Acabo de llegar de unas largas vacaciones en Londres, me he traído alguna.

Soraya Bruxa Moura dijo...

pues no la guardes en la maleta! ;P