Se suponía que ahora debía escribir un
cuento… pienso en las canciones que me cantaban de niño y sólo acierto a
recordar la de un marinero… pero no me acuerdo de qué le pasaba… supongo que
era feliz surcando las olas y ya está. ¿Qué más queremos?
Cuando sea viejo le diré a mis nietos
que soy más viejo que el tiempo y les contaré mis mil aventuras por el mundo.
Aunque… yo no juego bien al ajedrez desde que murió mi abuelo.
* * *
Es divertido, el tonto viento dando
vueltas sobre nuestras cabezas viendo todo lo que pasa en el mundo ignorando
que todos soñamos con ser él. No comprende sin embargo más que el susurro de
las hojas despertándose en sus ramas, y el sutil crujido de las mismas al caer
marrones y muertas sobre la alfombra otoñal.
* * *
Pensaba en ser un fraude, un fracaso…
pero compensa la ilusión de ojos cercanos más que el oro de pegajosos dedos
forasteros. Y decirle a todo el mundo que me alegro de verle. Gritad
“¡Victoria!” al cielo, pues estamos vivos, estamos ganando, seguimos aquí.
* * *
La columna de humo baila y llora con
esta música. Las paredes no tienen oídos, creemos en eso, y es cierto, pero sí
que tienen bocas. Si uno apaga la televisión y deja una luz cálida y tenue,
cierra la mente y tiene oído suficiente, podrá escuchar las lentas
conversaciones de los muebles, yo creo en eso, y no dicen mucho en el fondo…
¡son muebles! no te interesarían sus charlas, te lo aseguro.
* * *
Yo no quiero ser
libre, yo quiero ser salvaje.
* * *
El camino, cada piedra de él, es
LIBERTAD. Si el mundo apartase algo de ciencia – manteniendo lo categóricamente
necesario – y dedicase más tiempo a las artes, sería un mundo mejor. Si fuese
como gente sentada en la hierba de cualquier Golden Gate Park alrededor de una
guitarra o una flauta, si fuese así, sería un mundo mejor. El Arte es el mejor
arma del hombre para ser libre. Sin princesas. Te aburre, te ríes, pero no
tienes nada que perder, no hay secretos. Eres el dueño de ti mismo y tus pasos
no te llevan nunca a casa.
* * *
El futuro está viniendo, fue ayer y no nos
enteramos. Blade Runner fue 20 años después de lo del World Trade Center. ¿Te
acuerdas? Eso ahora podrían hacerlo secuestrando un puñado de taxis. Fdo:
Fantasma de Francis Pomeray, 15.1.2ø22
* * *
Esto no es poesía, es una partitura de
acordes para guitarra caribeña. Donde bailan las perlas con el león de Zión
bajo palmeras de marihuana cuando sube la marea.
* * *
Cogeré un cuchillo y degollaré a Heidi
y a su abuelo. Nada cruel, rápido e indoloro. Me asusto a mí mismo, pero oigo
la música sacada del puto nickelodeon y me veo deseando vivir en una cabaña de
los alpes suizos frente a un lago-espejo brillando con el sol entre montañas
grises colmadas de nieve. Pero también alimenta mis ganas de matar.
* * *
Pero lo veo a través de los ojos de un
pez. Y aúllo como un lobo jugando con la manada, mi jauría de sonrisas y
wild-things y tarados. aaauUU, nos decimos, y nos echamos a reír a carcajadas
panza arriba.
* * *
Esta hoja, me parece el objeto más
valioso que jamás he poseído. Donde he escrito todo esto.
* * *
Puedo volar de Venezia a París y luego
a Alaska en un pestañeo. Y ver la impresión de la luz del sol en lugares
distintos a distintas horas. En un pestañeo de flujo químico en mi cerebro. El
cerebro es más grande que el Universo, si no hay conciencia de algo, no existe,
ni siquiera en lo intangible. Y eso que nos cuesta horrores pensar en la
magnitud del Cosmos.
* * *
En mi casa de entonces nos sentábamos y
escuchábamos discos de Love y nos reíamos. Cuánto nos reíamos. Ése es el tiempo
que me toca vivir. El lugar donde debo estar, sin preguntar por qué es la única
cosa que necesito. Te vi en un dibujo, a todxs vosotrxs, se te veía adorable,
con esa sonrisa, y tampoco me pregunto por qué te necesito tanto, porque éste
es el amor que me toca sentir. Así que nos reímos como las trompetas y los
violines cantando a los árboles.