31.1.12

La muerte de cada mañana.


¿Cuándo muere una mañana? – se preguntaba siempre Mark mientras fumaba en su desvencijada mecedora como un péndulo de nubes en aquel viejo porche entre los sauces y los mosquitos de Louisiana. Mark Clemens era un viejo que había vivido ya muchas cosechas y tiempos de guerra, siempre con una azada en una mano y un rifle en la otra, era un niño que nunca lo había sido, con un manto de sueños incumplidos sobre su frente, con un corazón marchito por el sol y la lluvia y la tierra, con el cabello blanco y arrugas sabias y analfabetas.


         Se imaginaba a sí mismo muchas veces partícipe de un gran espectáculo circense, no necesariamente en un papel protagonista, no ansiaba fama ni dinero, él quería vivir en aquel mundo mágico en el que todo era posible, no había duras jornadas de labranza ni trincheras salpicadas de muerte, sólo mentiras agradables que buscaban la carcajada de la muchedumbre. Lo había entendido hacía ya años, que todo aquello era mentira, pero aún así no conseguía librarse de esa sensación al ver a los funambulistas surcando cuerdas flojas o a los traga fuegos transformados en dragones, esa pueril sensación de que hay algo más, algo que no se puede ver ni tocar. Sonreía entre calada y calada pensando estas cosas mientras observaba a sus hijos trabajar la tierra que antaño sintió el tacto de sus manos. Miraba al cielo y no sentía pesar por todas aquellas cosas que no había vivido, sentía gratitud por haber podido soñar con ellas… Mark “Halley” Clemens murió en su vieja mecedora sin saber en qué momento la mañana se convertía en tarde, pero murió feliz, ni siquiera se acordaba de ese asunto en el momento en el que su último hálito brotó de sus labios.

28.1.12

Eterno resplandor de un diamante perturbado.


Todo empezó así, con la cabeza llena de imágenes de musgo brotando a cámara rápida por todas partes, como una infancia de insectos en las ramas y madres orgullosas y agua templada… aprendiz de todo y maestro de nada… el patetismo de una persona sentada en el váter mientras se limpia el culo. Es gracioso, el Universo digo, ellos dicen que la vida se trata de empeñarse en morir o empeñarse en vivir, yo más bien veo la oscura silueta de un gran pez bañándose en la luna… como el coyote, así soy yo, intentando cazar esas historias imposibles. Tengo buenas ideas pero al final, aunque use bolígrafos y artilugios marca ACME, siempre acabo defenestrado por cualquier barranco de Arizona, esto también viene dibujado… bebíamos vino de una botella envuelta en papel marrón cuando me contó su historia, se despertó borracho un día y se dio cuenta de pronto de que estaba en casa de ella, justo al instante en el que ella entraba por la puerta. “Ella… ¿Qué hago aquí?” “Nada, te emborrachaste y decidiste venir a decirme algo” Se le pasaron por la cabeza mil cosas que podría haberle dicho, cosas que sentía por ella. “¿Qué te dije?” “Nada” “¡Dímelo! o… ¡seguro que lo anoté en mi cuaderno!” Abrió su cuaderno y vio una ebria nota con letras sinuosas, decía: Acabo de decirle a Ella que la quiero, y Ella me contestó que me querría para siempre si al despertar mañana yo me acordaba de todo esto


Porque puedo coger cualquier cosa y destruirla, hacer mis propias reglas… al menos en esto que escribo… tinta roja, como sangre, y un oso de peluche gigante que esconde un cadáver, circos, ricos que son más pobres que los pobres, siendo poseedores únicamente de una vida de aburrimiento buscando estímulos inocuos y toda clase de mierdas, mierdas caras… llenarse de todo y comparecer indefenso bajo las incandescentes luces de una barra. Borracho sin rumbo que disfruta del camino… conversaciones insulsas, ahogo mis aullidos de aburrimiento en otro y otro trago, porque no sé moverme en una fiesta, yo sé mover los dedos y escribir cosas… creo… sí ¿no? no sé… estos putos acordes que creen hablar no me dicen nada o me importa una mierda. Cherokee o Sioux, me da igual, yo quiero ser un lobo y aullarle al nocturno cielo desnudo de nubes, fue otro en mi cabeza el que lo hizo… más cruces de caminos con el diablo ofreciéndome mil almas a cambio de uno de mis párrafos sobre Al Green… pero yo no soy escritor ni poeta, no a menos que un centenar de personas me convenzan de que quizá lo sea… ángeles con penes de alcayata y cinturones de seguridad que ponen orden en el amasijo de cadáveres que cubren el asfalto, como un jodido acuario de mejillones, como un par de páginas en blanco… de fondo un monólogo de rock como una losa en mi cabeza. Yo miraba una ventana iluminada entre sopor y noche y humo, cuando otro ángel, negro, despertaba de un sueño gris… hombres de las cavernas que ahora viven en sofás, satisfechos porque lo que no les mata les engorda más fuerte… así, todo esto… ¿cómo voy a tomarme la vida en serio?

Cruce de caminos.



Delirios perversos esta noche, en esta habitación de hotel de Sunset Boulevard en Los Ángeles, septiembre del ’69.
Una aventura espacial por las paredes con el barbudo rasta, como en Mescalito.
El agua silbaba frías notas por nuestros adentros y pasos suspensivos me pusieron alerta.
Todo es tan raro, me dijo, como si el Universo y el Dharma y el voodoo fuese todo un ser perfecto a nuestros ojos y las sirenas tuvieran cabeza de pescado y unas piernas sin depilar.
Los recuerdos se agolpan en mi cabeza, la uña arrancada, el 9,1… ¡ay! ¿¡Cómo seguía!?
Ejércitos en blanco y negro con tanques, pterodáctilos, Betty-Boops y Marilyn Monroes, llueven bombas y llanto y sangre sobre el barro.
Bonsáis boxeadores de pupilas enrojecidas, no recuerdo lo que pensaba antes… tal vez… soñé con aquella canción de Dylan, ya sabéis, “How does it feel?” ¿Qué se siente? ¿Qué se siente? ¿Al vivir sobre tus zapatos sin ir nunca a casa?
Me vi haciendo un alto en el camino para visitar los tranvías de Louisbon. Reconozco haber pensado también que hay que pisar el camino, no sólo leer cada cartel que salga al paso.

25.1.12

De Dave Wain y los culos sucios de Norteamérica.


(…) Estaban él y George Baso y a este último se le ocurrió la verdad increíblemente sencilla de que en Norteamérica todo el mundo andaba por ahí con el culo sucio, pero todo el mundo, porque el antiguo ritual de lavarse con agua después de ir al baño no se le había ocurrido a nadie en toda la antisepsia moderna – Dice Dave: “La gente tiene en Norteamérica todas esas perchas con ropa limpiada en seco en sus viajes, se rocían con Eau de Cologne, se ponen Ban and Aid o lo que sea en los sobacos, se horrorizan al descubrir una manchita en una camisa o en un vestido, probablemente se cambian dos veces al día la ropa interior y las medias, andan de un lado a otro envanecidos e insolentes creyendo que son las personas más aseadas del  mundo y en realidad andan por ahí con el culo sucio − ¿No es asombroso? Me merezco un trago por eso” dice sacándome el vaso, por eso pido otros dos, estuve amarrete, Dave puede pedir todos los tragos que quiera y cuando quiera, “El Presidente de Estados Unidos, los ministros de Estado, los grandes obispos y grandes tipos en todas partes, hasta el menos calificado de los obreros con su orgullo furioso, las estrellas de cine, los ejecutivos y grandes ingenieros y presidentes de sociedades anónimas y agencias de publicidad con sus camisas de seda y sus valijas grandes y muy caras en las que llevan cuando viajan varios de esos cepillos para el pelo importados de Inglaterra y afeitadoras y pomadas y perfumes, ¡todos andan por el mundo con el culo sucio! ¡Y lo único que uno debe hacer es lavarse sencillamente con agua y jabón! ¡No se le ocurrió a nadie en toda Norteamérica! ¡Es una de las cosas más graciosas que escuché! ¿No te parece increíble y maravilloso que nos llamen beatniks sucios y asquerosos cuando somos los únicos que tenemos el culo limpio?” – En efecto, la cuestión del culo se había difundido rápidamente y todas las personas que tanto Dave como yo conocíamos estaban embarcadas en esta gran cruzada cuya causa, debo decirlo, es sin duda justa – De hecho, en Big Sur yo había instalado un estante en el retrete de Monsanto para poner el jabón y todo el que fuera allí tendría que llevar un balde con agua en cada excursión – Monsanto no estaba enterado todavía, “¿Te das cuenta de que hasta que se lo digamos el pobre Lorenzo Monsanto, el famoso escritor, seguirá caminando con el culo sucio?” – “¡Vayamos a decírselo ahora mismo!” – “Porque si esperamos un minuto más… y además, ¿sabes qué le pasa a la gente que anda con el culo sucio? Sienten todo el día la culpa que no pueden comprender, van a trabajar a la mañana muy aseados y al viajar en el tren uno puede oler el perfume del jabón en la ropa y el Eau de Cologne, sin embargo hay algo que los carcome, algo que está mal, ¡saben que algo anda mal y no saben qué es!”.


24.1.12

Trece pétalos verdes.


         Se suponía que ahora debía escribir un cuento… pienso en las canciones que me cantaban de niño y sólo acierto a recordar la de un marinero… pero no me acuerdo de qué le pasaba… supongo que era feliz surcando las olas y ya está. ¿Qué más queremos?
         Cuando sea viejo le diré a mis nietos que soy más viejo que el tiempo y les contaré mis mil aventuras por el mundo. Aunque… yo no juego bien al ajedrez desde que murió mi abuelo.

* * *
         Es divertido, el tonto viento dando vueltas sobre nuestras cabezas viendo todo lo que pasa en el mundo ignorando que todos soñamos con ser él. No comprende sin embargo más que el susurro de las hojas despertándose en sus ramas, y el sutil crujido de las mismas al caer marrones y muertas sobre la alfombra otoñal.

* * *
         Pensaba en ser un fraude, un fracaso… pero compensa la ilusión de ojos cercanos más que el oro de pegajosos dedos forasteros. Y decirle a todo el mundo que me alegro de verle. Gritad “¡Victoria!” al cielo, pues estamos vivos, estamos ganando, seguimos aquí.

* * *
         La columna de humo baila y llora con esta música. Las paredes no tienen oídos, creemos en eso, y es cierto, pero sí que tienen bocas. Si uno apaga la televisión y deja una luz cálida y tenue, cierra la mente y tiene oído suficiente, podrá escuchar las lentas conversaciones de los muebles, yo creo en eso, y no dicen mucho en el fondo… ¡son muebles! no te interesarían sus charlas, te lo aseguro.

* * *
Yo no quiero ser libre, yo quiero ser salvaje.

* * *
         El camino, cada piedra de él, es LIBERTAD. Si el mundo apartase algo de ciencia – manteniendo lo categóricamente necesario – y dedicase más tiempo a las artes, sería un mundo mejor. Si fuese como gente sentada en la hierba de cualquier Golden Gate Park alrededor de una guitarra o una flauta, si fuese así, sería un mundo mejor. El Arte es el mejor arma del hombre para ser libre. Sin princesas. Te aburre, te ríes, pero no tienes nada que perder, no hay secretos. Eres el dueño de ti mismo y tus pasos no te llevan nunca a casa.

* * *
El futuro está viniendo, fue ayer y no nos enteramos. Blade Runner fue 20 años después de lo del World Trade Center. ¿Te acuerdas? Eso ahora podrían hacerlo secuestrando un puñado de taxis. Fdo: Fantasma de Francis Pomeray, 15.1.2ø22

* * *
         Esto no es poesía, es una partitura de acordes para guitarra caribeña. Donde bailan las perlas con el león de Zión bajo palmeras de marihuana cuando sube la marea.

* * *
         Cogeré un cuchillo y degollaré a Heidi y a su abuelo. Nada cruel, rápido e indoloro. Me asusto a mí mismo, pero oigo la música sacada del puto nickelodeon y me veo deseando vivir en una cabaña de los alpes suizos frente a un lago-espejo brillando con el sol entre montañas grises colmadas de nieve. Pero también alimenta mis ganas de matar.

* * *
         Pero lo veo a través de los ojos de un pez. Y aúllo como un lobo jugando con la manada, mi jauría de sonrisas y wild-things y tarados. aaauUU, nos decimos, y nos echamos a reír a carcajadas panza arriba.

* * *
         Esta hoja, me parece el objeto más valioso que jamás he poseído. Donde he escrito todo esto.

* * *
         Puedo volar de Venezia a París y luego a Alaska en un pestañeo. Y ver la impresión de la luz del sol en lugares distintos a distintas horas. En un pestañeo de flujo químico en mi cerebro. El cerebro es más grande que el Universo, si no hay conciencia de algo, no existe, ni siquiera en lo intangible. Y eso que nos cuesta horrores pensar en la magnitud del Cosmos.

* * *
         En mi casa de entonces nos sentábamos y escuchábamos discos de Love y nos reíamos. Cuánto nos reíamos. Ése es el tiempo que me toca vivir. El lugar donde debo estar, sin preguntar por qué es la única cosa que necesito. Te vi en un dibujo, a todxs vosotrxs, se te veía adorable, con esa sonrisa, y tampoco me pregunto por qué te necesito tanto, porque éste es el amor que me toca sentir. Así que nos reímos como las trompetas y los violines cantando a los árboles.

15.1.12

Ha sido divertido (o Del último nudo de Francis Pomeray)


Algo curioso de la amistad es saber cuándo es verdadera y sublime. Yo pensaba que mi amistad con Jim era absoluta cuando nos vimos involucrados en un misterioso asesinato en el cual no habíamos jugado ningún papel pero nos tocó deshacernos de los restos. Aquel cadáver pesaba mucho y nos costó mucho esfuerzo y noches sin dormir el descuartizarlo y enterrar los trozos por ahí. Tuvimos problemas, por supuesto, pero todo salió bien y ninguno de los dos emitimos ninguna queja o palabras de desánimo, incluso creí que en un tiempo nos habríamos olvidado de tan perturbadora situación, pero no volvió a ser lo mismo, nuestra relación fue engendrando asperezas y ya apenas podíamos hablar sin enfadarnos por cualquier cosa, saltábamos a la mínima.
Lo último que supe de mi gran amigo Jim fue que puenteó un Volkswagen y atravesó los Pirineos en dirección a Rumanía. No espero ninguna postal.
Y ahora, seis años después de que el baño de mi casa se transformara en la trastienda de Satriale’s, acabo de terminar mi último nudo, y apuro las palabras de mi última carta. No lo hago por sentirme triste ni nada, es más, estoy extrañamente feliz y satisfecho. Supongo que me he aburrido de mirar por la ventana y ya apenas me quedan puertas por abrir.
Ha sido divertido, de verdad, unos buenos 27 años. Ha sido muy divertido.
Francis Pomeray, 3.5.53

13.1.12

Del naranja y negro Princeton.


Descansaba relajadamente en mi cuarto después de tediosas horas de estudio, acompañándome estaban las palabras de un Jack Kerouac abandonado de todo, incluso de sí mismo, en una destartalada cabaña en Big Sur, CA.

Él vive en estos capítulos soledad bañada en la Paz más absoluta, gozando con los colores del cielo, hablando con el mar… Retrata aquí la belleza del mundo, y critica muy sutilmente a una sociedad manchada de materialismo e incapaz de ser feliz. También comenta, y a esto es a lo que quería llegar, la novela de Hermann Hesse El lobo estepario (la cual está ahora mismo en mi lista de títulos esperando en mi anaquel) y cito:
         (…) lo cual resulta para mí infinitamente más interesante que la estúpida y absurda novela ‘El lobo estepario’ que está en la cabaña y leí con indiferencia, un viejo estúpido denunciando el “conformismo” actual, mientras se cree todo el tiempo una especie de gran Nietzsche, viejo imitador de Dostoievsky con 50 años de retraso (se siente torturado en lo que llama un “infierno personal” ¡porque no le gusta lo mismo que le gusta a los demás!) – Es mejor contemplar al mediodía el naranja y negro Princeton de las alas de una mariposa – Y lo mejor de todo es ir de noche a la costa a escuchar el sonido del mar.





 Es curioso que la opinión del que quizá sea mi escritor favorito influya tanto en mi prejuicio hacia una novela que aún no he leído –y que ardía en ganas de leer- Sin embargo, no me dejaré convencer tan fácilmente y seguiré con mis planes de leerla antes de marzo.

También me llama la atención que muchas veces, hace no tanto tiempo, yo me sentía en ese “infierno personal” por sentirme demasiado diferente, y estoy convencido de que, de haber leído El lobo estepario en aquella época estaría ahora más encerrado en mí mismo y no podría ser feliz, pues no sabría apreciar del todo esas alas de mariposa como sé hacerlo ahora.

Duluoz, te debo una más.


7.1.12

Cavilando en la proa de Xiphias.


Todo sigue pareciéndome extraño. Nuestras formas de mentir, nuestras formas de llorar, nuestra dificultad para pedir perdón… ¿sabes? somos fruto de las sinvergonzonerías de nuestro alrededor y, otra cosa no, pero yo soy especialista en perder el tiempo.

No es que como propósito de año nuevo me haya prometido no enamorarme, sino que sé que no lo voy a hacer, por lo menos durante un tiempo, no esa clase de amor. Tengo pendiente todavía escribir muchas, muchas páginas antes de hacerlo, también tengo un buen puñado de libros en la estantería haciendo ejercicios de calentamiento… luego iré a donde sea, y quizá entonces me enamore.

Ya oigo el rítmico caminar de mis bambas en asfalto, ya noto el peso de una mochila y una guitarra a la espalda bajo el sol, el pasar páginas tumbado en la proa de nuestro velero, digo el de Thiago, Howard y mío, aún no sé qué nombre ponerle… algo que surque las aguas con un silbido en plan Hey, Joe y que suene otra canción para cambiar de párrafo. Ése es mi secreto a veces. Me imagino con las manos callosas por el roce de los cabos, y las lluviosas noches de pánico a la luz de un candil tembloroso, pero no me asusta, pues también veo el azul sobre el azul sembrado de blancas nubes cantando las canciones de hombres con golondrinas en el pecho que viven sus muertes en el fondo del Océano. Por supuesto que oigo el caminar de mis gastadas bambas en el asfalto.


No sé lo que pasó exactamente. Me refiero a todo en general, a todo lo que recordamos. Cuando alguien dice que parece que fue ayer… a mí nunca me lo parece, no sé, quiero decir… lo que parece es que no pasó nunca. Y nosotros estamos convencidos de que sí. Supongo que podemos estar seguros porque hay más gente que coincide con nuestros recuerdos en menor o en mayor medida, no lo había pensado antes, son cosas que se me ocurren ahora.

Porque es un hechizo eso del escribir, cómo se activa la mente y te saca del espíritu cualquier cosa, digo CUALQUIER COSA a través de las yemas de los dedos. Y ni siquiera deja un cosquilleo ni nada… sólo palabras escritas, incluso, a veces, parecen cobrar sentido. Yo no sé si esto le dice algo a alguien por ahí fuera… está en mi cabeza, como mucho entre las paredes del cuarto donde escriba… me estoy haciendo un lío… lo que quiero decir es ¿Qué le dicen mis palabras a cualquiera que las lea? Porque no creo que sea lo mismo que me dicen a mí… cuando sea nos tomamos algo y discutimos acerca de este asunto.

Cavilo… cavilo, cavilo… me gusta esa canción. 



2.1.12

Soundtrack '11

Esta vez no he escrito nada para despedir el año que terminaba, ni siquiera he hecho un repaso a gran escala de todo lo que he hecho o me ha pasado. En todos lados se hablan de las movilizaciones ciudadanas a nivel global, las revueltas del mundo árabe, dictadores muertos, terroristas que abandonan la violencia, Bin Laden de perdido al río mar, terremotos por aquí, tsunamis por allá, el adiós al "socialismo"...

Ha sido esta noche cuando he decido mirar todo lo que he ido poniendo en este blog a lo largo de 2011, pero no tardé en dejar de leer las parrafadas y centrarme únicamente en las canciones que acompañaban a muchas de ellas, evocando en mi corazón los sentimientos que en él habitaban en el momento en el que fueron elegidas para ilustrar con sonidos las palabras que escribía.

Se me ocurrió entonces la idea de grabar un disco de varios incluyendo todas éstas canciones, pero son muchas así que... lo lógico sería grabar unos cuantos discos, o aún mejor, grabar cuatro cds, uno por cada estación. 

Pero no, me gusta más la idea de que cada persona que cada persona que dedica algo de su tiempo a leer este blog me haga saber sus, digamos, 11 canciones favoritas de todas las que han sonado aquí durante este año. Puede ser en un comentario o dejármelo en mi correo. Supongo que nos os quitará demasiado tiempo, y podéis hacer alguna sugerencia para el 2012 (siguiendo la idea de los goliardos)

Sin más, os doy las gracias de antemano y también por cada segundo que dedicáis a leer lo que sale de esta cabeza loca.

The Beatles - Across the Universe
Beck - Everybody's gotta learn sometimes
Bob Dylan - Forever Young
Bob Dylan - It ain't me babe
Bob Marley - Bad Boys
The Byrds - You Ain't going nowhere
Country Joe & The Fish - Colours for Susan
Country Joe & The Fish - Flying high
Creedence Clearwater Revival - Need someone to hold
Crosby, Stills, Nash & Young - 4 + 20
Everly Brothers - All I have to do is dream
Grateful Dead - Dire Wolf
Jimi Hendrix - Little Wing
JJ Cale - Magnolia
Joan Baez - The times they are a'changin
John Coltrane - Alabama
Johnny Cash - Ain't no grave
Johnny Cash - Hurt
Johnny Cash - Ring of Fire
The Kinks - Days
The Kinks - Death of a clown
The Kinks - I'm not like everybody else
The Kinks - Victoria
Led Zeppelin - Stairway to Heaven
Nirvana - Dumb
Peter Krug - Fire in the city
The Polyphonic Spree - It's the sun
Pink Floyd - Breathe
The Pixies - Where is my mind?
Radiohead - Karma Police
Rafael Lechowski - 13
Santana - Black Magic Woman
Steppenwolf - Desperation
Steppenwolf - Take what you need
Supergrass - Alright
Tom Zé - Curiosidade
Traffic - Cryin' to be heard
The Velvet Underground - Heroin
The Willowz - I wonder

Las luces de mañana.


La cabeza no me daba vueltas esta vez, debería hacerlo, pensé, pero estaba misteriosamente lúcido. Había dejado los gintonics y vuelto a la cerveza. La música no era más que un eco borroso, una mancha de ruido entre el humo que nos rodeaba a Johnny y a mí frente a la barra.

-¿Sabes?-le dije, riéndome-Llevo meándome como media hora y no me atrevo a ir por culpa de esas luces-Johnny empezó a soltar carcajadas-Esos bichos o son dragones o son plantas que dan miedo.

Un salto temporal me llevó directamente a mi rostro reflejado en el espejo del encharcado lavabo, mis ojos inyectados en sangre se miraban a sí mismos, al vacío del todo… la moraleja supongo que será que hay que dar ese paso aunque asuste. Tampoco es que yo sea quién para enseñar algo de la vida a cualquiera.

Y pasaban las horas en silencio mientras mi jarra se vaciaba de cerveza para llenarse luego otra vez, con mi mente desconocedora entonces de que Lorraine pasaba frío en algún banco cerca de la estación de autobuses. No, espera… eso fue mucho más tarde.

Quizás siga bebiendo, me dije, para despertar de repente en otro sitio sin saber cómo he llegado ¿Qué más da cómo siga cualquier historia? ¡Yo no me acuerdo!

Da igual, no importa. Pues siempre es mañana.