Otra vez siento que me falta algo, que se me ha ido algo.
Algún personaje de estos que ya he usado en varios relatos, al que últimamente no echaba de menos... y ya... pues ya no está.
Vino y se fue tantas, tantas veces... aún tengo más, siempre tendré más, pero es la que realmente presiona mis dedos contra cada tecla para formar cada sílaba, cada palabra... y no se me antoja ahora nada más que estar solo. Solo un rato. Que ningún corazón delator me haga perder los nervios. Que cada resaca sea en la soledad de mi cama con otro folio en blanco... esconder aquél cadáver, escapar de aquella isla...
Creo que soy imbécil... o quizá sólo sea feliz.
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1 comentario:
Lo leí en una ocasión y lo comparto: "Bienaventurados los simples!
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