Cabeza, ¿dónde está tu casa? ¿de dónde eres? Yo soy de un
país muy pequeño, verde y bonito, con vistas al mar, ahí al norte, donde se
respira mejor a pesar de las rocas negras y el humo de las fábricas, donde la
lluvia es fina y cruza el cielo todo el año.
Los escasos veinte años que llevo por aquí no me han llevado
demasiado lejos, no he viajado apenas, más que para ver tres orillas del trozo
de tierra a este lado de los Pirineos, pero mi camino, desde hace algún tiempo,
ha hecho un alto para descansar en tal páramo alejado del mar… lo que me gusta
llamar el puto centro.
Venía ya con algunas ideas de casa, pero aquí es donde les
he dado forma, donde he crecido de aquí arriba-mientras golpeo suavemente mi
sien con los dedos índice y corazón-.
Mi vida ha seguido, y la de los polluelos con los que
compartí nido y primeras borracheras no ha sido menos. Lo normal desde estos
ojos sería volver y que todo fuera como antes, pero miro desde arriba ya, y me
doy cuenta de que todas las vidas siguen, todas, contigo o sin ti, o sin mí. No
quiero decir que uno desaparezca de ellas, pero como cuando te levantas del
sillón cómodo para ir al baño y a la vuelta alguien ha ocupado tu sitio y te tienes que conformar con sentar
tu culo en el apoyabrazos del sofá, la gente vive sus vidas y los que vayan
entrando en su salón estarán siempre invitados a ocupar los asientos libres.
No me siento tampoco mal por ello, yo he llenado mi salón
también con otra gente, ¡vaya, si lo he hecho! La verdad es que me está
quedando un cuarto muy bonito.
4 comentarios:
me he sentido tan identificada, la vida sigue, la de los otros también...
Un cuarto precioso, variopinto, y oiga... con muy buena música.
Muchas gracias.
Y lo importante es que siga creciendo y llenándose de gente y que se queden siempre los que de verdad merecen la pena.
Por cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
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