Susurran las
verdes ramas
en la selva
moderna creada.
Susurran con
arañas marrones
y caballos
de lima y pululan
blancas
motas.
En la dorada
sabana del cemento
y del acero
y del cristal resplandeciente de
Narciso. En
los ríos grises que rugen
enfurecidos
con un aliento negro y ballenas
rojas y
peces multicolor.
* * *
Quisiera
ahora un lápiz de color azul y otro de color verde y otro de color amarillo y
otro de color marrón para pintar en un papel esta mañana en Hyde Park, sagrado
corazón primigenio de Londres. Quisiera pasar los días meditando a la sombra de
este árbol gordo y viajar descalzo por ésta mi sesera. Quisiera ver también las
estrellas negras y plateadas que se reflejan en la sonrisa añorada.
«Dejad que se vuelva un necio para que pueda
volver
siendo un sabio»
Si se mira con los ojos adecuados,
se puede ver con los míos ahora
escuchando la paz y las
ambulancias lejanas.
1 comentario:
Todo maravilloso, amigo, inclusive el broche sonoro, of course.
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