6.6.10

Agua.

En mi sueño la marea subía demasiado rápido. Tanto, que la notabas alrededor tuyo mientras nadabas.

Después de mi primer baño dejé mi ropa a secar encima de una roca, pero volvió a subir la marea en un segundo y se la llevó. La encontré más tarde en el fondo cuando se quedó sin agua, manchada de arena húmeda.

Ni siquiera era un mar, era una especie de lago extraño... tras la tercera pleamar, que también viví dentro del agua que parecía una montaña de saltos y toboganes, aparecí lejos de ese lugar, semidesnudo, mojado y con un ligero picor en el muslo.


Para surcar mejores aguas despliega ahora las velas la navecilla de mi ingenio, que deja tras de sí un mar tan cruel.
Dante Alighieri

1 comentario:

Meme dijo...

Es lo que tienen las mareas, van y vienen y te pillas por sorpresa.