La cabeza no me daba vueltas esta vez, debería hacerlo,
pensé, pero estaba misteriosamente lúcido. Había dejado los gintonics y vuelto
a la cerveza. La música no era más que un eco borroso, una mancha de ruido
entre el humo que nos rodeaba a Johnny y a mí frente a la barra.
-¿Sabes?-le dije, riéndome-Llevo meándome como media hora y
no me atrevo a ir por culpa de esas luces-Johnny empezó a soltar
carcajadas-Esos bichos o son dragones o son plantas que dan miedo.
Un salto temporal me llevó directamente a mi rostro
reflejado en el espejo del encharcado lavabo, mis ojos inyectados en sangre se
miraban a sí mismos, al vacío del todo… la moraleja supongo que será que hay
que dar ese paso aunque asuste. Tampoco es que yo sea quién para enseñar algo
de la vida a cualquiera.
Y pasaban las horas en silencio mientras mi jarra se vaciaba
de cerveza para llenarse luego otra vez, con mi mente desconocedora entonces de
que Lorraine pasaba frío en algún banco cerca de la estación de autobuses. No,
espera… eso fue mucho más tarde.
Quizás siga bebiendo, me dije, para despertar de repente en
otro sitio sin saber cómo he llegado ¿Qué más da cómo siga cualquier historia?
¡Yo no me acuerdo!
Da igual, no importa. Pues siempre es mañana.
2 comentarios:
una de mis canciones FAVORITAS en el mundo!!!
escuchala con alpha blondy, si es que quieres experimentar con el reggae
Gracias! sí, le echaré un ojo, o mejor dicho un oído... bueno... los dos.
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