conocí
conocí a hnyudi azulesglasos lotra noche, pasada la medialuna. yo repartía
gasettas a los despistados mientras fumaba cancrillos para matar el hambre y
alguien sugirió goborar acerca del teorema de los cordoplastos. yo apenas sé
mucho, pero si tal me defiendo. y entonces otro al que nunca vi antes vino a
decir nos que no teníamos nideadenada y entamó a darle a la golosa con nosequé
cosmogonías de una culebralrededor del mundo y cuando empezaba a ponerse el
asunto de lo más sofista llegaron los exsiameses bifurino y bifuranto, dando
voces en elojio de las leyes de la termodinámica y ya terminamos siendo almenos
cuatropazguatos máso menos beligerantes en medio de lacera. de espropósito y de
esproporcionado. NAGUAL gritó sobre la barahúnda:Y entonces, me sabrán decir
uds, después de tales muestras de peroratismo y trampargumentos, por qué
yarboyarboclos decimos qhay arañas que son gigantes y planetas que son ENANOS?
yo me callé y no sé si fui el primero, pero losdemás también guardaron silencio
y no sehubiera oído nada entonces de no ser por los camionesdelabasura que
hacen ruido en la noche. azulesglasos llegó entonces y nos saludamos con la
mano.perolló me fui más tarde sin desayunarme y con la saca llena de gasettas
que no ven di. al otro día me senté en un banco de la plaza de NedLudd a dejar
en blanco el rasudoque y geraldino arribó de pronto y semesentó alado. chocó
sus tres contra mis cinco y me dijo quétal por mi nombre. yo asentí sisisí y
nos callamos las bocazas. geraldino sacó una tela llena de pienso para
pelícanos y lo repartió al rededor de nosotros. no tardaron en aparecer los
ibiseremitas.lloledije Eres un ornitosádico de lo más cruel.yelmedijo Ya me
sabes, a mí me gustan las cosas sencillas como la mistela con dos yelos y una
mosca, los apeaderos terminales y los accidentes de teleférico acámara rápida,
eso y ver cómo se atragantan los ibiseremitas los martes porlatarde, anteso
después a todos nos llega el turno de ser devorados, queloaprendí en la tele. ysiguióhablando
Mira, sinomecrees, esasquina dallí, el garbonzo’s, nada menos, con esas letras
grandes y todo ese humus barato de factoría como reclamo para los domingueros,
pues déjame decirte que antes aquello era el colmado de boris nakazan, famoso
en toda la prefectura por tener unos hojos preciosos, una hermosa nariz, unos
labios perfectos y unas horejas de lo más apetitosas, y, sin embargo,
todaquello junto resultaba grotesco y de sagradable como si su rostro fuera un
colaje de recortes con los rasgos de las más bellas personas vistasdesdefuera,
y claro, no llegaban a encajar del todo, voy adecirte más, sabes ese hangar
abandonado junto al río muil? pues no era para nada un hangar, ni mucho menos,
eso un día fue la destilería de mhiel de zebra desta prefectura, tu no habías
nacidoaún y ya nunca sabrás cuánto dedeliciosa era la genuina mhiel de zebra de
san lundo, y la fundó mi bisuegrabuelo, nada menos, el francuzbeco gustavius
quaga, que llegó con seis rixdales en el carmano y un par de lecciones de química
que limpartió su vecino pin, y así contodo montó un himperio y calzaba un
llavero gordo y abundante como los que gastan las personas con re esponsabilidades.(PUNTO)interrumpí
Caramba! ahora con seis rixdales no te llega ni para el corcho. ygeraldinosiguióalosullo
De poco le importa ya la econominflación, pues hace lustros questá criando
lombrices en el muertedero con el es que leto blanco lustroso y, ya lo viste, su
ecsitosa destilería reducida a borrachoso recuerdo de gerontohígados como el
mío. geraldino arrojó el resto del pienso ala melé de ibiseremitas que se
arremolinaba sobre los emplumados cadáveres de los que habían llegado primero y
puso pies en polvo rosa sindespedirsesiquiera, abandonándome a los groncos
graznidos. tan poco yo tardé enirme. malejé por la avenida y pasé sobre las
dovelas dadobe del arco del fracaso. es importante que toda ciudad tenga uno,
me digo a veces, para recordar a losanónimos que fracasaron antes que no
sotros, y talvez también para vurlarse de todos los que fracasarán de espués.
para dójicamente, este arco llevaquí desde nosecuándo, así quencierto modo sus
arquitectos tuvieron écsito en su construcción aunque lo erigieran delrevés.y llo,
sin darme cuenta, me quedé así sasnutado con la nananana de mis pasos y tuve
que preguntarle a la milicienta por las señas de mi casa, gulando en sentido
errónio. Pues cómo me va, me pregunta eldel quiosqo quando qompro ahí las
qosas, Pues me va que se me va y que al final ni azulesglasos ni nopca de
reseteo ni quiero bolsaplástico con la barra de pan y la banana, que vine aquí
gritando y nago, de esnudo, y desdentonces sólo puedo estar de esvestido, que
ni mis dhientes me pertenecen aunque un día fueran de mi mamamamá, que no tengo
nideadenadadenada y que sólo me dura esta resaca queseme viene aveces y
carrastro desde que nazí. yes por eso mismo que sujirieron dantebrazo el título
de semibicéfalo asecas, pues de tener dos golovás, seguseguramete sólo usaría
una .
Ralph Steadman |
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