Lo intenté con una casa oscura con jugadores borrachos, luego casi lo consigo bebiéndomelo yo, y ahora casi estoy a punto sobre el asfalto. Algo me olía a chamusquina... pero resultó que sólo era mi cena.
Y si alguna vez he escrito algo que mereciese la pena... ya no me acuerdo.
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3 comentarios:
No hace falta que tú te acuerdes. Las palabras quedan. Y punto. Cuando las escribes es más fácil olvidarlas.
Te apuesto que te has guardo lo mejor para ti.
Serías rico entonces...
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