La Verdad es demasiado terrible para imaginarla. La Verdad, la verdadera realidad, no es más que mentiras piadosas susurradas por la mezquina voz de lo que sentimos. ¡Ay, La Verdad! ¿Si yo supiera te lo diría?
Bueno, si te la contase, tampoco me creerías.
4.1.10
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