Y hoy me dan igual esos colores.
No me importa ese negro que se torna azul,
ni esa manada de caballos de fuego que saludan al desierto helado.
Hay más gente y yo, desaparezco.
No quiero saber ya nada más de diligencias llenas de mierda,
ni de palabras escritas por otro,
ni de frutas,
ni de ojos.
Porque significa que hay más gente,
y que yo desaparezco.
Oigo disparos no muy lejos y salgo a bañarme en la lluvia.
Estoy contento,
porque hoy el cielo llora por mí.
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1 comentario:
We we we!! ese Lavilla, que tal hombre. Me gusta tu blog, estilos a este me gustan la verdad. Ya te tengo en los enlaces compañero, cuidate mucho y un abrazo. ¡Suerte con el blog!
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