Noche cerrada en la sierra. Bocanadas de aire fresco y frío. Pero acogedor. Quizás sea el olor a leña quemada, a chimenea, fuente de calor natural que conquista a cualquiera. Al menos a mí, un enamorado del dulce balanceo de las llamas de un fuego. Llamas que parecen tratar de huir pero siguen atadas al tronco. Metáfora de la vida. ¿Cuántas veces hemos querido huir pero nos hemos anclado?.Paz y tranquilidad. El ruido está prohibido en este paisaje. La temperatura invita a entrar en casa pero aquí fuera se está tan bien... Encima a la escena le acompaña un noble sonido de una guitarra acompañada de un siempre melancólico sonido de una armónica.Desde este lugar desde donde escribo se ven las estrellas; placer de pueblo, placer enorme. La inmensidad del espacio y sus derivados pensamientos acerca de cuán minúsculo es el ser humano en "proporción al universo"...Desde aquí, todo es más bonito. Vivir con esta tranquilidad y esta armonía es patrimonio inmaterial de la humanidad. Uno de los pocos que la Tierra aún nos regale. Esperemos que sea un regalo eterno. Al menos para mí. No necesito mucho más que esto para ser feliz. Soy simple. Pero es que desde aquí se escucha la vida.Desde su punto de vista borroso...Chasc.
3.3.12
Chasc escucha la vida.
Y sin que sirva de precedente... son estas las palabras que me gusta escuchar y que quiero compartir.
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1 comentario:
Siempre he creído que el contacto con la naturaleza es el único modo de saber que todo esto es real, que existimos, que estamos vivos.
Ahora llega la primavera y nos esperan flores de almendros y prados verdes y miles de insectos y noches de estrellas...(aunque como no llueva verás tú....).
Kisses.
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