19.3.12

El Zaratustra ocioso.


Encontré mi templo budista, no estaba cruzando las grandes cumbres de muy muy lejos, sino aquí, a dos pasos. «De vez en cuando necesitaba estar solo, pero no era un ermitaño. […] En ocasiones pienso que hacía acopio de compañía para los momentos que sabía que no tendría a nadie.» Hará dos años ya del día en que decidí escribir un relato un tanto más ambicioso, en cuanto a extensión y calidad, y unos cuantos meses desde que lo borré todo y me propuse empezar de nuevo. Ahora voy a tener ese tiempo, un tiempo para hablar con el silencio de una morada vacía, para comer y dormir en soledad, meditar, leer… escribir.
«La Soledad es la gran talladora del espíritu».
Federico García Lorca

1 comentario:

Lobo de Bar dijo...

No parece mal plan ese de acumular experiencias y luego estrujar la soledad para ser creativo... suerte!