Las bolas de billar corrían por la mesa a la orden de tacos
de cenizas de azur. Un blues rápido agitaba el humo que gobernaba la oscura
sala. Mi cabeza se precipita frente a la barra, abatida. La ginebra de la
victoria también lo está y no se presenta más que como triste espejo —¿Te he
hablado ya del gato de mi amigo Sam, de Chesire? —le digo en un eructo al viejo vecino— Lucifer
siempre estaba a su lado, siempre. Siempre estaba a su lado. Lucifer tenía algo
extraño, algo raro, algo que no puedo explicar. Sí, algo que no puedo explicar.
Su novia, no la de Lucifer, la de Sam. La novia de Sam era una auténtica bruja.
No sé por qué, no puedo explicarlo. Tenía todo lo que tiene una novia. Tenía
una bonita melena rubia o negra, unos ojos sinceros, unos ojos… verdes y
sinceros. Pero ella, Ginger, así se llamaba, Ginger estaba en el lado
izquierdo, en la cara oculta. Lucifer no, Lucifer estaba en el derecho. Lucifer
estaba en el mar, tranquilo, como un gato-barco… como algo que no puedo
explicar. No puedo explicarlo, pero también se esconde ahí, en el suelo, entre
la arena… hablo de Lucifer, el gato, el gato de Sam —Mi viejo vecino pide otra
ginebra de la victoria con sus ojos fijos en una servilleta mojada, no me
importa si me escucha él o alguien, no me importa si mis palabras se pierden en
la embriagada atmósfera— Cuando te acerques, viejo vecino —le digo, apuntándole
con el dedo—, ese gato, Lucifer, ese que tiene algo que no puedo explicar, será
encontrado, cuando estés cerca y puedas sentir su marino aliento, cuando
tampoco tú puedas explicar qué tiene ese gato.
1 comentario:
Lucifer..precioso nombre para un gato =)
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