26.6.12

Oja, hhija, hoja.


Con la cabeza baja, mirando al suelo, no se piensa bien. Por eso decidí poner la vista en el fondo de un vaso de scotch y no pensar en nada. Un tipo joven llamado Todd está de barman, es su primera noche. No durará mucho —Disculpe, señor —me dice—, es usted aquel escritor ¿verdad? El de los cuentos del flautista de Pan. —Sí, creo que sí —Contesto absorto— hace tiempo que no soy nada. —Entiendo cómo se siente —afirma Todd, con una sonrisa en los labios y una mirada suspicaz—, créame. Llevo más tiempo en esto de lo que pueda parecer por mis sonrosadas mejillas. Lo que pasa es que hace tiempo que no le cuentan cuentos al cuentacuentos.

No hace tanto tiempo de la última vez. Fue una pequeña hada del bosque entre ensoñaciones, yo pasaba una mala época… me susurró al oído. Dijo:

«Oja, hhija, hoja. Hoja en blanco, blanco pensamiento. Si eres un hipopótamo da tres vueltas a la manzana y el avestruz asomará la cabeza con una flauta en los labios. “Oye”, dijo el cocodrilo mostrando la hilera de sus dientes en una mueca burlona, “Para que salgan las notas estaría bien que antes respirases”. Y el diente de león se dispersó en mil segmentos bajo la brisa de verano proveniente de África».

2 comentarios:

Sergio DS dijo...

Yo era mucho de scotch on the rocks pero ahora soy más de gin, supongo que me hago mayor.

Bonito delirium tremens.

Soraya Bruxa Moura dijo...

Mis hojas en blanco no siempre llevan blancos pensamientos.

Supongo que son malas épocas para todos...