Se vio frente al inexpugnable muro de espejo, temerosa del
futuro, de lo que hay ahí detrás. ¿Cómo cruzarlo, pues, con tan inmensa muralla
de dudas?
Hasta el más loco sabe que el mundo cambia con tu propia
percepción, es decir, que todo en el espejo gira cuando tú giras, así que lo
único que tuvo que hacer Tiger Lily fue caminar cinco pasos hacia atrás y hacer
que su reflejo fuese más lejano, más pequeño.
Porque la enorme pared de espejo tiene un pequeño resquicio,
una diminuta rendija, y hasta el más loco sabe que hay que hacerse minúsculo
para pasar por ahí.
1 comentario:
ay...
se me quedó un pie enganchado en el resquicio, y ahora ni pa´lante ni pa´tras...
:D
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