Corrí y corrí
mientras pensaba en que aquí en Estagira los días son largos, aunque también
son cortos —o al revés—; corrí tanto que pensé que algunas partes de mi cuerpo
se me iban quedando atrás, de reojo me pareció ver cómo mi mano derecha se
rezagaba durante unos segundos como para coger aire.
Subí cada tramo de
escalera a saltos de tres escalones, incluso de cinco y de seis, abrí la
cerradura de mi cuarto con un ágil movimiento de muñeca y desde el umbral salté
haciendo una acrobacia en el aire en la que aterricé tumbado en el colchón
vestido únicamente con la funda de la almohada —y en calcetines, pero supuse
que a esos psicopompos no les importaría—.
Me vi desde arriba,
ahí tumbado vestido con la funda de la almohada y con gaseosas zetas saliéndome
de la cabeza, aunque también vi mi cabeza, quiero decir por dentro. Era un
espacio infinito, no sé si blanco o negro. Y junto a mí estaba una figura
difusa, con una voz profunda. Daba un poco de miedo todo aquello, pero supuse
que sería uno de esos psicopompos y me tranquilicé, pues aún llevaba puesta la
funda de la almohada. Me dijo:
—Alonzo, ¿De qué
tienes miedo? —me gustó su acogedora voz.
—No lo sé.
—¿Temes morir?
—preguntó.
—Puede…
—¿Temes que todo se
acaba justo ahora que eres feliz? —volvió a preguntar.
—No lo sé, es
posible…
—Pues no tengas
miedo ahora, pues tú sobrevivirás a la misma Muerte.
Confieso que fue un sueño bastante extraño, y de hecho no es más que eso, un sueño, así son los sueños.
6 comentarios:
Te felicito por tu blog.
Un saludo!!
Oliver
Muchísimas gracias!
un abrazo!
Te ha tocado la lotería y has abandonado el blog por montar tu propia editorial??
Más quisiera jaja sólo estoy de parón navideño, enseguida vuelvo.
Esta pero que muy interesante esto de XXX, espero que no acabe aquí, me huele familiar la confusión y muchas cosas, es de una oscuridad luminosa.
Supongo que algún día volveré por los submundos de Alonzo Testa. Por cierto, he decidido ampliar el título a "Capítulo XXX" (por razones obviamente pornográficas).
Bienvenido al lado oscuro de los lunáticos.
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